Cuando la mayoría de los latinoamericanos pensamos en la seguridad social que conocimos en nuestros países, usualmente se nos vienen recuerdos de pensiones bajas y servicio al público deficiente. El sistema de Seguridad Social de los Estados Unidos suele ser categorizado de una manera similar y, por ello, algunas personas no lo toman en cuenta como un pilar fundamental en su planificación financiera y consideran que los aportes obligatorios no son sino un impuesto más.
En los Estados Unidos, la Seguridad Social como sistema público fue establecido en 1935 y hoy en día cubre a 254 millones de personas, de las cuales 66 millones ya están recibiendo algún tipo de beneficios: 78% reciben beneficios por vejez, 13% por incapacidad, y 9% por supervivencia1.
Hoy nos enfocaremos en el beneficio de vejez, o pensión, el cual busca reemplazar un porcentaje del ingreso devengado durante la etapa productiva. Vale destacar que dicho porcentaje será mayor para quienes tuvieron menores ingresos. En este sentido, una persona que haya disfrutado de un ingreso relativamente alto recibirá una pensión de la Seguridad Social que cubrirá un porcentaje relativamente pequeño de su ingreso anterior, pero no por ello irrelevante. Los esposos o esposas que no hayan trabajado también recibirán un beneficio por vejez, sujeto a un porcentaje máximo del beneficio del esposo o esposa.
Una de las características más notables de la pensión de la Seguridad Social es su carácter vitalicio y la posibilidad de recibir ajustes anuales por inflación. Estas dos características lo hacen sumamente apreciado como producto de retiro que sirve para cubrir los riesgos de longevidad e inflación. El valor presente de este beneficio puede llegar a ser considerable en el caso de las personas longevas.
La pensión de la Seguridad Social se puede recibir a partir de los 62 años y se puede retrasar tanto como se quiera. No obstante, el monto de la pensión no se incrementará por postergarla más allá de los 70 años. Para alguien nacido luego de 1960, la diferencia entre empezar a recibir la pensión anticipadamente (62 años) y tardíamente (70 años) puede llegar a ser una desviación de – 30%2 a +24%3 con respecto a quien la asuma a la edad normal de retiro (67 años) para esta cohorte. Por esta razón, una estrategia adecuada en cuanto a la edad de solicitud puede significar una diferencia importante.
Por último, es relevante mencionar que el monto de la pensión dependerá de un promedio que toma en cuenta los 35 años con mayores ingresos, es decir, si la persona no cuenta con 35 años de historia, dichos años faltantes aportarán un valor de cero al cálculo del promedio4. A paridad de otras condiciones, una persona que no haya aportado durante 35 años recibirá menos que una que si lo haya hecho.
Dadas sus características, la pensión de vejez provista por la Seguridad Social representa un pilar fundamental en la planificación financiera. En artículos futuros cubriremos otros aspectos de la Seguridad Social y hablaremos acerca de su viabilidad a largo plazo.
1 Fast Facts and Figures About Social Security, 2023 (ssa.gov)
2 Benefits Planner: Retirement | Born in 1960 | SSA
3 Delayed Retirement | Born in 1960 | SSA
4 Benefits Planner: Retirement | The Age You Start Receiving Benefits and the Age You Stop Working | SSA