Usted ha sido disciplinado ahorrando y atendiendo a consejos de diversificar entre cuentas sujetas a impuestos (bancarias y de inversión), cuentas sujetas a impuestos diferidos (401k, IRA, etc.), y cuentas no sujetas a impuestos (Roth, HSA, etc.) Ahora ha llegado el momento de la jubilación y se hace la siguiente pregunta: ¿en qué orden las debo utilizar?
Para ordenar los retiros usaremos dos principios: 1) los activos que se aprecian sin causar impuestos, conviene dejarlos crecer el mayor tiempo posible; 2) los retiros deben orquestarse para reducir la carga impositiva total a lo largo del retiro. Con estos dos principios en mente, pasemos a establecer una posible estrategia [1]. Para simplificar, asumiremos que al momento de la jubilación no se ha alcanzado la edad [2] a partir de la cual empiezan las distribuciones mínimas [3] requeridas (RMD).
La primera fuente debería ser las reservas de efectivo en bancos. Para complementar, podría ser buen momento para realizar ganancias de capital. Las ganancias de largo plazo [4], e incluso los dividendos calificados, son sujetos a tasas de impuesto menores a las aplicadas sobre otros tipos de ingresos.
A continuación, vendría la liquidación gradual de las cuentas de inversión sujetas a impuesto, buscando para ello una mezcla razonable entre intereses, dividendos y ganancia de capital. Los activos que generan intereses libres de impuesto (bonos municipales) o dividendos calificados, así como la práctica de cosechar pérdidas fiscales, son mecanismos efectivos para gerenciar los impuestos causados.
Es de notar que si el monto proyectado a futuro para las distribuciones mínimas requeridas (RMD) fuera suficientemente alto, convendría empezar a hacer retiros voluntarios para aplanar el perfil de ingresos y con ello reducir los niveles de la tasa marginal de impuesto [5] a lo largo del retiro.
Una vez consumidas las cuentas regulares, les tocaría el turno a las cuentas sujetas a impuestos diferidos, como los 401k y IRA, cuidando que se hagan las distribuciones mínimas requeridas para evitar las penalidades por incumplimiento.
Para lo último se dejarían las cuentas no sujetas a impuestos, es decir, las Roth y HSA [6]. Así tendrían más tiempo para apreciarse y no habría impacto si los impuestos aumentaran en el futuro. Si estos activos no llegaran a utilizarse completamente, las cuentas Roth tienen algunas ventajas al ser recibidas en herencia.
En resumen, la estrategia óptima es aquella que maximiza la duración del ahorro por vía de la apreciación y minimiza la carga impositiva total.
Fuentes: Savvy tax withdrawals | Fidelity, How to Plan Your Retirement Withdrawal Strategy | Charles Schwab, Which Retirement Accounts Should You Withdraw From First? | Kiplinger, Qualified Dividends vs Ordinary Dividends: What to Know | Kiplinger, What Happens to the Funds in an HSA After the Account Holder Dies? (thomsonreuters.com)
Aviso: La información proporcionada en este documento es solo para fines educativos. Portfolio Resources Group no garantiza la exactitud de ninguna recomendación fiscal, ya que no brindamos asesoramiento fiscal o legal. Consulte a un profesional de impuestos para asegurarse de que las recomendaciones sean apropiadas para su situación particular.
[1] Cada caso es diferente y esta discusión deberá tomarse como general y no particular. Su asesor especializado la adaptará a su caso particular.
[2] 73 años para los nacidos entre 1951 y 1959. 75 años para los nacidos a partir de 1960.
[3] Las distribuciones mínimas requeridas (RMD) son establecidas por el IRS usando tablas actuariales.
[4] Más de un (1) año desde la adquisición.
[5] Se busca mantener un nivel de ingreso estable para evitar los “picos de impuestos” cuando empiecen los RMD.
[6] Se deberá prestar atención a las condiciones requeridas para que los retiros no sean sujetos a impuestos.