Encontramos a nuestro amigo disciplinado, quien luego de saludarnos pregunta: He estado escuchando acerca del movimiento FIRE (abreviatura en inglés de Independencia Financiera y Retiro Temprano), ¿es eso posible?
El movimiento FIRE promueve la idea de que, mediante una disciplina férrea en el ahorro y en el gasto, se puede llegar a acumular una cantidad suficiente de activos como para poder dejar de trabajar a una edad temprana, digamos a los 50 años o incluso antes.
Lo primero que vale la pena mencionar es que la mayoría de las personas busca alcanzar la independencia financiera al momento del retiro, es decir, alrededor de los 65 años. Lo novedoso del concepto FIRE es intentar adelantar esa fecha de forma significativa.
Visto lo anterior, vale la pena preguntarse si una jubilación temprana es un deseo compartido por la mayoría de las personas, y posiblemente no lo sea, dado que muchas personas encuentran satisfacción en el trabajo más allá de lo económico. Sin embargo, lograr ser independiente financieramente no implica necesariamente una obligación de dejar de trabajar; se podría seguir trabajando, pero viéndolo como una actividad satisfactoria y no como un medio para un fin económico. De hecho, la independencia financiera pudiera ser liberadora, no solo desde el punto de vista de estrés financiero, sino también desde el punto de vista de poder dedicarle tiempo a otras actividades, remuneradas o no, que resultaran más atractivas.
Las variables clave a considerar antes de embarcarse en un esfuerzo de esta naturaleza serían las siguientes: 1) establecer un nivel de gasto anual objetivo de largo plazo, lo cual se suele simplificar igualándolo al (último[1]) ingreso bruto anual, y a partir de allí un valor objetivo para la acumulación de activos; 2) establecer una fecha objetivo para alcanzar la independencia financiera; 3) utilizar variables relativamente conservadoras para estimar el monto del ahorro anual; 4) validar si el nivel de ahorro requerido es compatible con un nivel de gasto tolerable.
En cuanto a esto último, es importante recalcar que —en ausencia de ingresos extraordinariamente altos en comparación con el costo del estilo de vida actual y proyectado— la independencia financiera podría requerir sacrificios en el consumo actual y futuro, es decir, optando por una vida muy frugal. Por esta razón, la independencia financiera temprana pudiera no ser un objetivo factible para todo el mundo.
Algunas fuentes relacionadas al movimiento FIRE apuntan a un valor objetivo para la acumulación de activos igual a 25 veces el último ingreso bruto. Este número proviene de la Regla[2] del 4%, la cual establece que se podría distribuir inicialmente hasta el cuatro por ciento del valor de los activos acumulados, corriéndose un riesgo relativamente bajo de agotar los activos.
Sin embargo, esta propuesta asume varios riesgos que pudieran no ser obvios. El primero, y quizás más relevante, tiene que ver con un supuesto de la Regla del 4%. Dicha regla fue estimada empíricamente utilizando un horizonte de desinversión de 30 años, siendo éste un período típico —y en su momento conservador— para la etapa de jubilación, es decir, desde los 65 hasta los 95 años. Una jubilación anterior a los 65 años implicaría que el período de desinversión podría ser superior a los 30 años lo cual, como mínimo, no ha sido probado empíricamente.
Otro riesgo lo constituye la posibilidad de tener que enfrentar gastos extraordinarios en el futuro, siendo más común la necesidad de obtener asistencia para poder llevar la vida cotidiana, esto por un período largo de tiempo y luego de un evento incapacitante. Si bien para muchas personas el gasto durante el retiro suele ir disminuyendo en términos reales, para otro grupo con condiciones incapacitantes se observa un repunte en el gasto durante los últimos años de vida.
Un tercer riesgo es la condición de los mercados de capitales al momento de comenzar a hacer las distribuciones. Un mercado en crisis y con menores valoraciones al comienzo del período de distribución suele corresponder con una menor probabilidad de que los activos no se agoten.
Por todo lo anterior, y otras razones que no hemos podido mencionar, si bien un objetivo de independencia financiera podría ser interesante, se recomienda hacer un ejercicio completo y personalizado antes de embarcarse en este proyecto, utilizando para ello estimados conservadores que permitan aumentar la probabilidad de éxito.
Aviso: La información proporcionada en este documento es solo para fines educativos. Portfolio Resources Group no garantiza la exactitud de ninguna recomendación fiscal, ya que no brindamos asesoramiento fiscal o legal. Consulte a un profesional de impuestos para asegurarse de que las recomendaciones sean apropiadas para su situación particular.
[1] El monto objetivo se va ajustando a lo largo del tiempo, siendo relevante el último nivel de ingreso o gasto dado que este cubriría las necesidades de ese momento.
[2] La Regla del 4%, en su demostración empírica, asume que los activos permanecerán invertidos en una combinación balanceada de acciones y bonos del mercado de valores estadounidense. La regla también asume que, en los años sucesivos, se distribuirá el valor del primer año ajustado por inflación.